La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue el evento histórico que definió el acontecer del siglo XX; devastó el orden político, económico y social de Europa, y su dudosa conclusión sentó las bases y preparó el camino para un escenario aún más destructivo: la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, los civiles −perturbados por la magnitud de las batallas y el escandaloso número de bajas− la denominaron “la Gran Guerra”. Entre los europeos, la Primera Guerra Mundial era un acontecimiento inverosímil, pues ocurría en el marco de la supuesta era del progreso. A pesar de los estragos económicos y las serias crisis internacionales.
IMPERIALISMO
El imperialismo es causado por los cinco motivos de religión, economía, exploración, etnocentrismo y política. Antes de la Primera Guerra Mundial, el imperialismo económico era rampante. La Revolución Industrial, que trajo el aumento de la producción y el comercio a Europa, desempeñó un papel importante en la preparación del escenario para el conflicto. A medida que las naciones europeas buscaban expandir sus economías, confiaban más en un suministro constante de productos crudos de las colonias africanas. Las tensiones aumentaron en particular entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, mientras Alemania luchaba por ganar poder en África. La exploración también fue un factor motivador, ya que las naciones europeas hambrientas de poder querían realizar excursiones científicas y médicas en las tierras que poseían. También querían vencer a sus rivales imperiales en esas misiones.
COLONIALISMO
En la parte del Colonialismo, la principal razón hay que buscarla en la rivalidad económico-colonial que en aquella época existía entre las grandes potencias, así como en las reivindicaciones nacionalistas por parte de Alemania, la cual consideraba que debía ejercer un papel aún más hegemónico a nivel mundial debido a su elevado desarrollo industrial. En aquellos momentos, Europa era el centro económico, político y cultural del mundo. Sin embargo, el Viejo Continente parecía no compartir los mismos objetivos. Francia, Gran Bretaña y Alemania competían entre ellas por ser líderes industriales en Europa a pesar de la incuestionable ventaja alemana. Por su parte, Rusia, los imperios austrohúngaro y otomano y las pequeñas naciones balcánicas habían empezado a modernizarse a pesar de que la mayoría de su población aún vivía de la agricultura.
El colonialismo y el imperialismo hacen parte de un mismo proceso y se trata del hecho en que las potencias del mundo, tales como Inglaterra, Francia, Belgica y Japón, entre otros, ejercieran un dominio sobre ciertos territorios que eran más débiles economica y militarmente, y tambien la mayoría de las razones por las cuales se produjo el colonialismo son porque estaban asociadas a los propios intereses del capitalismo mundial.
MUERTE DEL ARCHIDUQUE Y SU ESPOSA
Tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa, entre el 28 de junio y el 6 de agosto de 1914 tuvo lugar lo que ha dado en conocerse como Crisis de Julio, un período en el que las principales potencias europeas (el Imperio austrohúngaro, Alemania, Rusia, Francia y el Reino Unido) llevaron a cabo diversas iniciativas diplomáticas para evitar males mayores, pero que terminó con el estallido de la Gran Guerra. Finalmente, y con el convencimiento de que funcionarios del Gobierno serbio estaban implicados en el complot para asesinar al archiduque, el 23 de julio de 1914 el Gobierno austrohúngaro dio un ultimátum a Serbia en el que, a sabiendas, le exigía diez demandas imposibles de aceptar y que justificarían una declaración de guerra.
Al día siguiente, después de celebrarse un consejo de ministros presidido por el mismísimo zar Nicolás II, Rusia ordenó la movilización de sus tropas y de las flotas fondeadas en el mar Báltico, en el mar Negro, Odesa, Kiev, Kazán y Moscú. El 25 de julio, Serbia ordenó asimismo la movilización general, y esa misma noche informó de que aceptaba todos los términos del ultimátum a excepción del artículo sexto, en el que se exigía al Gobierno serbio que aceptase el envió de una delegación austríaca a Sarajevo para participar en las investigaciones del asesinato del archiduque.
BANDO O GRUPOS
El Sistema de Alianzas de las potencias europeas surgió luego de la finalizacion de la guerra Francia - Prusia en 1871, y se extendio hasta la Primera Guerra Mundial, en un periodo también conocido como Paz Armada. Se encontraban dos bandos, por un lado la Triple Alianza que estaba conformada por Alemania, Austría-Hungría e Italia, y por el otro lado la Triple Entente, conformada por Inglaterra, Francia, Rusia y Estados Unidos.
El verdadero germen de las potencias centrales lo formaron el Imperio Austrohúngaro y Alemán, aunque más tarde se le unieron Bulgaria y el Imperio Otomano.
A las potencias aliadas de Francia, Rusia y Reino Unido se le unieron varias naciones conforme iba avanzando la guerra como Estados Unidos, Italia, Serbia, Grecia y Bélgica.
GUERRA TERRESTRE Y GAS MOSTAZ
Durante la Primera Guerra Mundial, el uso de armas químicas para debilitar y acabar con el enemigo y cambió el modo de entender la guerra, sin embargo, el empleo de sustancias químicas y material biológico como herramientas de guerra y el gas mostaza, fueron usados en los conflictos armados.
Su uso fue una importante innovación militar. Los gases utilizados iban desde el gas lacrimógeno a agentes incapacitantes y agentes letales como el fosgeno. Esta guerra química fue uno de los principales elementos de la primera guerra global y también de la primera guerra total del siglo XX.
GUERRA DE TRINCHERAS
El Frente Occidental fue uno de los principales escenarios bélicos de la Primera Guerra Mundial. Tras el estallido del conflicto el 28 de julio de 1914, el ejército alemán decidió abrir este frente tras invadir Luxemburgo y Bélgica y conseguir el control militar de las regiones industriales más importantes de Francia. El Frente Occidental sería tristemente célebre por haberse convertido en un gigantesco campo de batalla en el que murieron millones de hombres que se enfrentaron entre ellos desde las largas e insalubres trincheras construidas con sacos de arena. En esos frágiles refugios los soldados sobrevivían como podían sin las más mínimas condiciones de higiene.
En el transcurso de la guerra, las trincheras fueron evolucionado de manera que se proyectaron corredores más largos, se cavaron a más profundidad y se incorporaron en su construcción materiales resistentes como el hormigón y el acero. También se instalaron más púas de alambre que nunca. Todo aquello sustituiría a las cadenas y a los sacos de arena, e hizo de las trincheras una red continua de túneles y pasillos, a veces con cuatro o cinco líneas paralelas que se podían comunicar entre sí.
Para mayor seguridad de los soldados que luchaban en el Frente Occidental, las trincheras se excavaron muy por debajo del nivel de la tierra para evitar el fuego de artillería, que reventaba literalmente las posiciones conquistadas, y el avance de la infantería.
CONFORMACIÓN DE LOS NUEVOS BANDOS
TERMINO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
En la mañana del 11 de noviembre de 1918, la historia del mundo dio un vuelco. Tras cuatro años de los largos y duros combates que se llevaron a cabo en los frentes occidentales y orientales de Europa, donde los combatientes luchaban en condiciones infrahumanas tras las trincheras, llegó por fin el cese de las hostilidades. Este acontecimiento marcaría también el final de los imperios austro-húngaro, turco-otomano, ruso y alemán. En el interior de un oscuro y frío vagón de tren, representantes franceses y británicos de La Triple Entente y los representantes de los imperios alemán y austro-húngaro acordaron un armisticio y cesaron las hostilidades. El cese de las hostilidades sólo afectó al frente occidental, pues la guerra había terminado de hecho en el frente oriental (Rusia ya se había retirado de la guerra tras el armisticio de Brest-Litovsk, en marzo de 1918; Bulgaria firmó un armisticio el 29 de septiembre; Turquía el 30 de octubre, y los austro-húngaros el 3 de noviembre)
Ambos bandos atravesaban serias dificultades tanto militares como económicas. Sin embargo, la fatiga era más visible en el bando de las potencias centrales que en el la Triple Entente, pues la incorporación de los Estados Unidos al conflicto, había puesto una autentica inyección de recursos materiales y humanos.
TRATADO DE VERSALLES
El Tratado de Versalles de 1919 fue un acuerdo de paz firmado en la localidad de ese nombre, en Francia, luego de la finalización de la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico había finalizado el 11 de noviembre de 1918, con un armisticio que puso fin a las hostilidades en el campo de batalla. El 18 de enero de 1919 se inició la Conferencia de Paz de París, que reunió a los 4 países vencedores de la guerra: los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia, representados por Woodrow Wilson, Georges Clemenceau, David Lloyd George y Vittorio Orlando, respectivamente. En mayo, el texto elaborado por los vencedores fue presentado a los representantes de Alemania, a quiénes se les exigió su aceptación bajo la amenaza de reanudar la guerra.
La firma tuvo lugar el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. Las cláusulas del tratado, redactadas en alemán, inglés y francés, entraron en vigor el 10 de enero de 1920. De las muchas disposiciones del acuerdo, las más polémicas fueron las que consideraron a Alemania y sus aliados como responsables del inicio del conflicto bélico, por lo que se les impuso el desarme militar, la pérdida de territorios y el pago de indemnizaciones económicas.
El Tratado de Versalles consta de 440 artículos, estructurados en 15 partes, referidas a cuestiones políticas, territoriales, militares, económicas y laborales. Éstas últimas fueron declaraciones sobre los derechos de los trabajadores, como descanso dominical, asociación gremial, sueldos dignos, etc.